Oruro 1930. Ha
publicado: Gotas de Luna (1955); Siete poemas de sangre o la historia de mi
corazón (1964); De la muerte nace el hombre (coautor, 1969); Balada de los
niños mineros (1970); Yo y la libertad en exilio (1970); Tiras de poesía Lilial
(1978); La tristeza y el vino (1979); Manuel Fernández y el itinerario de la
muerte (1982); Hálito que se descarga en pos de la belleza (1989); Égloga
elemental y una revelación de íntimo recogimiento (2000); Obra poética (2003).
“Escribir en prosa o
verso, en Bolivia, respecto a los mineros, es motivo suficiente para ser
tildado de revolucionario o complotador, tal como sucedió con nuestro poeta;
estigma que quizás obedezca a que en todo tiempo estos topos humanos han
constituido el sector más aguerrido en sus ansias de progreso y búsqueda de
justicia social./…/ El mencionado volumen reúne una selección de los poemas del
vate y en sus páginas abundan palabras que invocan a la Naturaleza: luz,
fragancia, árbol, sombra, sol, viento, aire, lumbre, espacio, flor, piedra,
horizonte, raíz, savia. Y así hasta el final, en poesía de trazo sencillo que
trasunta ecos de panteísmo, emparentándose con Man Césped y una legión de
poetas, desparrama néctares dirigidos al alma... “(Heberto Arduz Ruiz- Correo del sur; puño
y letra 07/11/2016)
El contenido de esta
selección la realizó Edwin Guzmán Ortiz:
- ·
MI CASA
- ·
ORIGEN
- ·
HORIZONTE
MI CASA
Esta no es mi
casa,
mi casa tiene
altos ventanales
y un árbol de
ramas jóvenes
limpiando celosías
de lluvia
en sus cristales.
Mi casa tiene ojos
claros
como el alba
y una rosa
enamorada
atisbando por
rendijas
de su puerta
que es mi propio
corazón,
hecho de maderas
dulces
y de esperanza.
Esta luna gris
que agría la
menguada luz
de mi río vertical
y perseguido,
no es la misma
luna
que tiñe de azul
el aire que decora
de amores
la brisa que se
hace
dueña de mi casa
en cada beso de la
noche.
Mi casa me está
esperando
y no tengo la
lumbre ahora
que como racha de
luciérnagas
abra el sendero
para llevar mi
sombra
a sus umbrales,
ni tengo acequias
todavía
que lleven mi
ansiedad como agua
para regar el
árbol de ramas jóvenes
que limpian
celosías de lluvia
en sus ventanas.
Mi casa
río noctámbulo y
sedentario
a pesar de sus
piedras de infortunio,
copia estrellas
doradas
en su espejo
peregrino.
Esta no es mi casa
hecha de temor
y enormes murallas
para que no huya
el dolor
de sus entrañas;
¿mi casa?
hondas raíces de
sabia cristalina
sustentan su
estructura
de amor y altos
ventanales.
Viejo río de
generosas aguas
como el vino,
mi casa ahora
llena de soledad
por mi ausencia,
tiene lágrimas de
pie
junto a las horas,
un vacío royendo
sus pétalos
pensativos,
una postergada
ilusión
de besos y
caricias;
y no tengo por
ahora
nada que ofrecerle
-sin embargo-
le ha de bastar
seguramente
mi solo corazón
crecido entre
lianas de amor
y enredaderas.
Esta no es mi casa
mi casa tiene un
árbol
de ramas jóvenes
y una rosa
enamorada
junto a su puerta
dolida de maderas
dulces
y de esperanza.
ORIGEN
Antes de venir el
mundo
mi corazón ya fue
latido;
quiso ser árbol,
después estrella
y ascendió tanto
en su afán
que llegó a ser
niño.
No conocía el agua
entonces
sino como rocío,
nunca vio caer la
piedra
con violencia
porque la sentía
llegar
rodando con los
ríos;
la nieve que por
blanca
se ve tan bella,
no derramó todavía
ningún invierno
sobre la tibia
pulsación
de sus anhelos
y mi corazón
ascendió más,
mucho más,
hasta madurar en
niño
pensativo.
HORIZONTE
Espacio infinito
de ansiedad
de luz y mágico
albedrío;
horizonte de límites
diluidos
en el que vivo
junto a tu sombra
transparente,
sedentaria y
diminuta
como semilla;
sombra comprometida
con mi destino
y el latido
augural
de tu ternura.
Horizonte es
también
el telar redivivo
con la urdimbre
que has tejido
para mi asombro
y mi corazón
latiendo
en regocijo.
Ámbito construido
piedra sobre piedra
-heredad de mi
destino-;
aquí me encuentro, colibrí enloquecido
sorbiendo el
néctar
de tu estatura de
flor sin mácula
en las lindes de
la memoria.
¡Horizonte…!
Luz, profundidad y
espera
en el que tránsito
preso de ansiedad
y de locura
por alcanzar su
amplitud
en profundidad y
albura
bajo el abrigo
de tu sombra
transparente,
transido y
obstinado
en el callado
retorno
a tu memoria.
https://www.behance.net/gallery/103281397/Alberto-Guerra-Gutirrez/modules/594030435
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