Sucre 1.945. Es
autor de: El danzante y la muerte (1983), Aire hereje (1986), Parte de copas
(1989), Los días (1995), El eje de las horas (2007) “Imaginación y
Memoria” (2019).
Poesía auténtica, sutil y sugerente en estricto
lenguaje. (Yolanda Bedregal)
El yo poético
celebra cierta paz espiritual. No una solipsista tranquilidad. El poeta no está
solo ni su decir es un monólogo. En todo caso un monólogo plural, si tal
existe. El mundo de ayer, largo y tortuoso pretérito, está ahí, como un rumor incesante
que ha perdido ya su ferocidad, afirmando el hecho de no haber vivido en vano.
Hechizo de la magia poética, sentir el ancho
mundo en un pedazo de parque, constreñir toda una vida en un instante, en una
filosófica, extática e infinita claridad reposada. “Brindo por el lugar, por
mi alma que me pisa los talones”. (José Antonio Terán).
La poesía de F. Rosso
es una proposición sobre el arte de mostrar “la faz dorada de los días” al
menos si se le concede crédito a quien dio con el “tiempo en punto/como el
pensamiento”. Sin descartar la claridad de esos flancos. Cabe rememorar la
exultación del poeta – me alegras cielo, alegra saber del mediodía – para
entrar en un presente consagrado por la vida en movimiento. (Jesús
Urzagasti).
Concurren
la hora natural y el tiempo interior, la celebración y el conocimiento, y la
ética ue adeuda al instante: “entonces, qué más da una vuelta en el giro si
cada día cambias de lugar el albedrío y puedes hacer lo que tú quieras según
pretenda tu destino”. (Blanca
Wiethüchter)
En
la noche augural donde sucesivamente se configura la simple copa en la mano de
un rey y se erige en la bóveda del cielo, se esconde el espíritu de un ser que
en cuerpo y alma se entregó con elegancia a la libertad…. Sin engañarse en la
aventura - F. Rosso – descubre la noche, distante a la ley que en el día
brilla. Morada
de maravilla, materia de vida con temple de
vino. PARTE DE COPAS es el itinerario de la sed insondable y COPAS los brindis
inaugurales que la aplacan. (Eduardo
Kunstek)
Su poesía es un presente. En su sencillez galopa quedamente un oficio.
Sus poemas son de estribos templados; su obra, la forja de un aliento que
emerge como brindis persistente en medio del rumor. (Alan Castro)
Selección propia del autor:
- ·
“El Danzante y la
Muerte” (1983)
- ·
“Aire Hereje”
- ·
“Parte de Copas”
- ·
“Los días”
- ·
“El eje de las horas”
- ·
“Imaginación y Memoria”
Libro “El
Danzante y la Muerte” (1983)
Pisando la
tierra para hundirse en su sombra
Danzará el
Danzante hasta morir
Hasta llegar
tan cerca
Y seguir en
huesos
Danzando con
su sombra
5.
Lo que busco
se mide en mí y en mí se queda
Si no te
hubiera conocido te seguiría buscando
Y no podría
acordarme de mis días con alivio
Sigue y ha
quedado para nosotros
Con su
imaginaria presencia
6.
Sólo quiero
mantenerme entre mis manos
Y decir algo
después de oír y de ver
Que nunca me
queje de faltas ni de ausencias
Que no ponga
en duda la faz dorada de mis días
Y que no me
vaya con la mirada solamente
Defendiendo
mi ley y mis costumbres
Libro “Aire
Hereje” (1986)
1.
Afán y
llevar
Sentir mi
día
No la
ocasión
Ni abandonar
el amor
Sólo importa
escoger lugar
Para repetir
lo cierto
4.
Cómo decir
quién eres
Si en el
sueño más hondo no desapareces
Acabarás por
ser la fiesta
Y nada se te
habrá parecido
8.
Todo acaba
Aturde esta
certeza antigua
Sabor de
cada día
9.
Una gota el
horizonte
mi mano la
lejanía
Libro “Parte
de Copas” (1989)
1.
A secas por
la noche
Seguro el
corazón de oro
Los reyes
queman augurios
Donde pasa
el tiempo
¡Beben!
Y cantan
La suerte
del día
5.
Tarde esta
tarde se vaya
Y celebrando
la víspera
siga el
mundo
copa a la
redonda
6.
Cuando la
sombra llegue
Será como si
nada
Bastará un
acorde para todo
Y llegar en
fiesta
Donde los hombres
reunidos
Quedan
todavía
Copa del día
Entre mil
que vendrán
Pase mi copa
este día
En su altura
La nieve
cerca
El viento
arma la pisada
Y la sed
Recuerda
La sal de la
vida
Copa de
noche
La sin
cuento
La pura
sombra
Fuero y vida
Cercanía
Copa de
miedo
La tenebrosa
noche
Que sin vino
deja
Quien no
teme, bebe
Su almohada
sonámbula
Copa de abra
Donde anoche
En apacheta
Te tomamos
Para pasar
las alturas
Libro “Los
días” (1995)
2.
Los días
toman vuelo de la tarde
Y el color
del tiempo brilla en tinta
Libre de
frutos la rama
Avellana
hojas y avecina
No importa
si no amanece
Donde todo
queda en pie
4.
Veré durar y
anochecer
La víspera
que define
El hilo que
gobierna
Alegra saber
del mediodía
Tarde
1.
Ya todo
parece ido
Pero la hora
media todavía
Perdidas sin
confín
quedaron
aquí las cosas lejos
la amistad
del tiempo
repite en
buenos términos
su forma en
sombra
segura sobre
la tierra
otra cara de
la medalla
el mismo
cariz
5.
La memoria
no recuerda
sino el
mismo canto que
con la sinceridad
del instinto
en pasmo de
tinieblas
nos dejaron
antiguos nuestros
para repetir
para calar
al tiempo
solar que
vino todo en uno
desde la
primera vez
para viajar
a punto
sorteando la
huella en línea
cuenta que
alojará más tarde
despejo y
correría
para dormir
entonces
cuando tu
nombre sea todos los nombres
y sin igual
siga a solas
Libro “EL
EJE DE LAS HORAS” (2007)
La claridad
nubla toda
evocación
tan
socorrida
para dejar
en claro
el recorrido
saldado
Valor y bien
dan forma a
la estadía
la vida pasa
lista
sin ver
quien falta
Practicar
todo el tiempo
anda el día
hacerse
atleta
jugar como
el mejor
llevarse
bien hasta la noche
tener la
vida
perderse con
ella
sin presumir
con
presentimiento
al término
de la distancia
Bendigo la
tierra
capeando el
temporal
bajo los
árboles
donde todo
pasa
Campea la
vida
luenga
certidumbre
cobija entre
nosotros
y sin porfía
apenas nos
deshace
De
visitarnos la tierra se ocupa
por las
estaciones
dispone sin
prisa
como ayer
donde al
parecer
nada se
perdió
el tiempo es
testigo
Sin
atreverse a más
la hora
acorralada
en el parque
concurre
acabada de
pasar
Libro
“Imaginación y Memoria” (2019)
I
1.
En mi lugar
de siempre
contemplo y
miro
oigo latir
la hora
sintiendo mi
vivir
avistando
cielos
donde acaban
los ramajes
2.
Creyéndome
llegado
Piso el
parque
En lance de
palabras
Con las
mismas armas
Con la punta
del ovillo
3.
Me
encomiendo a la tierra
heredad y
solar
cenero sin
fina
¡brindo por
el lugar!
¡por mi alma
que me pisa
los talones!
4.
Lejos de
respuestas
El silencio
es el trajín
Para
socaparse a solas
Al solaz de
atardeceres
Donde
relevar días
Por cuenta
del horizonte
Magüer no
pase nada
y parezca la
vida huraña
II
2.
Dios no pide
mucho
Jamás
reclama
Devenir es
reconciliarse
Estar a mano
y al día
Sin adivinar
Para no
perderse la estadía
Y vivir sin
más
Con penas y
glorias
Dejando para
mañana
Lo que
podemos hacer pasado mañana
III
1.
Todo pasa
y lejos de
preguntas
sigue el
alma
a un paso de
nosotros
Junto a la
tierra el tiempo
cercanía de
nunca acabar
2.
Los días
llueven a cántaros
sobre
nuestros días
y nos
vuelven como somos
Siglos de
cielo a la tierra
no permiten
premura
ni anegar
albedrío
Solo dejan
caer
por árboles
floridos
su lluvia de
Copas
para retomar
la tierra
Entonces
otro vino
contemplado
como recién venido
que al
delatar largo aliento
desordene el
recuerdo a su favor
Vino
Un poco más
a mano
saber en fin
De lejanos
nuestros que
Por soñar
Volvieron
vino
la cepa de
su cuidado
el sueño de
la sed
Que todo
trabajo calma
P.S.
1.
Ni un alma
en mi parque
Vecindad ni
testigo
Pero no
estoy solo
Novedad
ninguna
Todo se pasa
Sin saber
mucho
Ni pasar
siquiera
2.
Pasamos
donde estamos
¡ya
llegamos!
¡todo está
aquí!
El río que
no calla
Y la tierra
que lo lleva
Quedan cerca
El corazón
tiene donde amarrar
Cada quien a
su alma
Y todo siga
como se sabe
Medio roto
medio feo…
Si amilana
esta suerte
valga cantar
de nuevo
por más que
el cielo ceda.
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