José Antonio Terán Cabero - Selección de poemas - II


LA POESIA


no hay nada que explicar

sólo sucede

el viento turbio se derrama en agua viva

el agua en río

el río en piedra húmeda encarnada

vuelve a volar el águila y la escritura

se columpia en altos sueños

sueño de signos todavía cojitrancos

y a ras del suelo mustia

la ropa usada la andrajosa

lágrima de medio pelo

que no alcanzó la jeremiada

ni a Job el masoquista

 

presta la página a ver si caen

¨los broches mayores del sonido¨

ya se anuncian las voces preñadoras

quizás sea cuestión tan sólo de esperar


CON LA BOCA SELLADA

 

 a solas con la página irresuelta

agotado el asombro y vaciados los ojos

no tiene ya nada que decir

como si alguna vez hubiera dicho algo

digno de recordar

tantas visiones juntas en su cráneo

apelmazadas en ovillo que no pudo deshilarse

tiene visto el poema por adentro y por fuera

clarísimos sus límites

desnudo el espejismo de su trama

son voces lacrimógenas por un mundo

que perdió su unidad

son sólo una bolsa de cristales quebrados

tal si el mundo hubiera sido alguna vez

la suave y armoniosa y entera maravilla

y miente Don Quijote como un alucinado

jamás hubo una arcadia

resumido el trayecto sólo animales nómadas

husmeando una comida o un pedazo de suelo

tránsito de sangre y de iracundia

hasta el presente impulso de asir en un poema

los espejos trizados

de fracaso en fracaso las palabras

devinieron inútiles

y sin discursos cosmogónicos

mendigaron ensueños subterráneos

bien adentro inventaban lo que afuera faltaba

poco a poco tuvieron la desolada prueba

de que tampoco los signos servían para eso

secuestradas por turbios charlatanes

mendaces a porfía

alimañas viscosas ahora sirven tan sólo

para encubrir los crímenes

entonces a callar por todos los costados

aquí está, sin embargo

escribiendo como siempre nocturno y obsesivo

paradojas que hablan con la boca sellada

 

DESPUES DE TODO

 I

 a puertas del oleaje que arrasará con todo

en esta rueda de los días

donde caben dictamen y balance

habla su desconfiado objetor de conciencia

 

vanos fueron tus pasos si apenas merodeaste

por confusas visiones y certezas de humo

 

estabas ciego

al menos astigmático

al menos gravemente daltónico

 

siempre corriendo hacia un origen insondable

caías en lo oscuro del planeta

enlutabas tus poemas más claros

la desalmada finitud a toda hora

tus disfraces verbales apenas estallidos

de luces de bengala en el negro desierto

 

 

no pudiste vivir fuera del tiempo

aferrado a una ergástula a una sola

coyunda de la historia

tapiado al vuelo del relámpago

y así más que nocturno poeta funebrero

apocalíptico


II

 

y sin embargo escúchate a ti mismo

párrafo tras párrafo

oye el clamar amordazado del poema

tápale la boca al desconfiado

mira cómo tus balbuceos atestiguan

la pasión de existir

cómo se desangran en lentos hospitales

de una memoria insomne

cenizas resistentes a la vocinglería

alambiques que un diablo irredento destila

alcoholes que enardecen el dolor de la herida

 

cielo y tierra encarnados en un solo destello

porque no fue trivial aquel antaño

lo que hogaño es silencio

 

no fue vano tu husmeo

en las profundidades del lenguaje

pudiste vislumbrar cuánto de inválidas

son las palabras ante el crimen

 

la infame dualidad que niega el uno

y disecciona toda posible comunión

de luz y sombra

la fuga de las horas

los templos calcinados de la historia

la no colmada sed de amor y de infinito

 

toda la levadura

con que se amasa la pasión de no morir


III

 

debió entonces la nada enovillar sus tripas

más hambrienta es la vida

más deseosa la sierpe de su atroz laberinto

 

persevera en tu búsqueda buscador de milagros

si más allá del muro ya no está lo infinito

en lo breve de aquí habría que inventarlo

y así después de todo

descubrir lo sagrado en sitio más cercano

 

líbrate de memorias infecundas

tú no eres Proust para hacerlo con genio

y busca lo perdido

en el vivo temblor del desapego

esa vuelta de tuerca es el sentido

que extravió la ceguera y ensució la intemperie

 

y no se trata tanto de rescatar un mundo

sino de hallar el otro en lo ya sucedido

 

no hay nada que añadir al fervor elliotano

su cuarteto trasciende hasta los huesos

¨y el fin de la aventura

será llegar donde empezamos

y conocer el lugar por vez primera¨  

 

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José Antonio Terán Cabero “TAN LEJOS TAN CERCA” EDITORIAL TRILCE 2021

https://www.behance.net/eduardokunstek?fbclid=IwAR2kUOJ7_2p9cTiHv0OqUV54IqhSfHXHOOVlGRG0Stzi9gq4jMZmMpvgbjw

Fotografía: Perfil de Facebook del autor

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                

 

       

 

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