YO
(Novela
de Gonzalo Lema)
Carlos
Decker-Molina
W. Somerset
Maugham, escritor muy leído en los años 30, uno de los padres del cuento corto
y la novela de espionaje, dijo. “Existen tres reglas para escribir una novela.
Por desgracia, nadie sabe cuáles son”.
Después
de haber leído la novela YO de Gonzalo Lema, tengo la seguridad de que él sabe cuáles
son esas tres reglas.
Alguien
me dijo en un curso de escritura creativa que cada escritor tiene sus reglas,
pero hay una que arropa a los mejores: “Nunca se dan por satisfechos”.
Y …
Gonzalo a propósito de Yo, me comunicó: “No fue fácil escribirla porque yo
mismo me sentí profundamente interpelado”. Además, le dijo a un periodista que
la tenía guardada mucho tiempo, seguramente para que madure como los buenos
vinos de Tarija, su tierra natal.
La novela
Comienza
en Mizque, una provincia de Cochabamba. Aparece uno de los personajes importantes
Modesto Poma, el kallawaya, curandero de Charazani que recorre el país
“sanando” a la gente que sufre de males.
Es la
Bolivia feudal con la bella finquera Elvira Prudencio como personaje de fondo. Matriarca
a pesar de su juventud, muere temprano, pero deja a Beatriz su hija con Luis
Claros, un casanova pueblerino que desaparece en el Guerra del Chaco. Nunca se
casaron.
Beatriz
se cría en casa del tío Ernesto, los Orozco, parientes de los Prudencio, vive
en Cochabamba muy cerca de la Plaza Cobija.
Son las
tres locaciones de la novela: Mizque, Charazani y la Plaza Cobija de
Cochabamba.
Personajes
Los
personajes son la continuación de la matriarca Elvira Prudencio que pierde a su
hombre en la guerra del Chaco y reniega de la reforma agraria porque los
“indios son unos flojos” y muere sentada en una carreta tirada por animales.
Aparecen
otros personajes que sin ser principales asumen el reto de sostener el
entramado de la novela hasta el final.
Beatriz,
hija de Elvira, se casa con el policía tarijeño Víctor Jaramillo, le da dos
hijos, Carolina y el Cabezón. Carolina prácticamente huye del entorno familiar
y se va al exterior con su marido, en tanto, el Cabezón asume el reto del ser
el protagonista hasta el final de la novela. Probablemente la voz más
interesante y nítida a pesar de carecer de nombre propio. Uno de los YOES de la
novela y el personaje mejor trabajado de este bello imaginario de la literatura
de Lema.
Sin
embargo, hay otro, que siendo personaje secundario se apropia del rol principal
por ser la integradora de dos mundos, el mágico indígena y el otro, que no
termina de germinar, es Maria la hija del tío Ernesto, hermanada con su prima
Beatriz. Maria se va con el curandero kallawaya Modesto Poma a Charazani,
vuelve como Ulises a su Ítaca de la Plaza Cobija, pero al experimentar un gran
vacío existencial retorna a Charazani, hasta que un hecho colectivo sustituye
malamente el Yo de María que la obliga a dejar el pueblo de los kallawuaya y
termina en un monasterio, otra pluralidad.
Voces y
estructura
La novela
tiene un narrador omnisciente, pero, aparece el YO en los paréntesis, explica o
enlaza escenas y hechos concretos. Esa una de las partes novedosas de la
estructura de la novela, que tiene otro acierto, evita la superposición de
planos o, mejor, los sustituye con precisión usando un “puente” que explica una
historia diferente a la contada antes, pero que se desarrolla al mismo tiempo.
Al evitar los flaschbak la obra adquiere un formato longitudinal fácil
de leer.
Diálogos
Todos los
que escribimos sufrimos cuando hay que imaginar diálogos, no siempre se lo
puede dominar. Los de YO de Lema diferencian bien la pertenencia de grupo. Unos
son los diálogos en la chichería mizqueña de doña Valica y otros los de los
bares cochabambinos que frecuenta el Cabezón y más pulidos los que salen de las
bocas de sus personajes citadinos, sobre todo el del marxista que pretende a Beatriz,
madre del Cabezón.
El lector
Una de
las razones para escribir es la seducción. Y para seducir al lector hay que ser
honesto, es decir la historia no debe considerar al lector como a un tonto, lo
debe seducir con una historia creíble donde los personajes cobran vida y
enamoran al lector hasta poblar sus sueños.
La novela
de Gonzalo es desde ese punto de vista impecable, por seductora. Las novelas
que son una fantasía, una mentira hecha verdad, fáciles de creer, cobran vida y
se vuelven realidades en la cabeza del lector.
Ahora
bien, cada lector lee su propia novela. En mi caso, encuentro un parecido,
sobre todo en los personajes con la novela Jakobsböckerna (Los libros de
Jakobo) de la Nobel polaca Olga Tokarczuk donde aparece Jakobo, un personaje
como el kullawaya Poma y/o el Cabezón. Un salvador, un sabio o quizá un hereje
o un impostor.
La historia
No quiero
referirme a la historia narrada por Gonzalo sino a la historia de Bolivia
porque es por esas calles que transitan los personajes de YO.
Comienza
con la abulia de Mizque, sobre todo esa falta de voluntad de la patrona de
aquella Bolivia feudal, que pierde a su hombre en la guerra del Chaco, así como
pierde sus propiedades con la revolución del 52.
La novela
transcurre también por las épocas del barrientismo, la guerrilla que bien pudo
ubicarla en Teoponte, pero el escritor la sitúa en la sierra peruana donde
alguna vez campeó Sendero Luminoso. Y, la presencia del Cabezón que no sabe por
qué está allí.
Los
personajes pueblan luego el neoliberalismo que plantea la capitalización y el
emprendimiento empresarial como panacea de la democracia, época en que se
confunden los términos democracia y capitalismo. Todavía hoy sin separación
posible.
Gonzalo
Lema es un escritor que nunca olvida la sociología del escenario donde actúan sus
personajes. En Siempre fuimos familia, es la metáfora de Cochabamba como Hola
mi amor es la novela de Villamontes. YO, es la novela de las dos Bolivias. La
del kallawaya y la del Cabezón. Dos personajes que pueblan el mismo pellejo.
Conclusión
YO, es
una novela que produce ganas de discutir Bolivia y su futuro, pero también es
el permanente desafío del YO frente al NOSOTROS. El primero tan liberal y el
segundo tan socialista.
Lo
interesante de la novela es el planteamiento: No hay YO sin el NOSOTROS o no
hay NOSOSTROS sin el YO.
El YO de Elvira
Prudencio frente al NOSOTROS de la provincia de Mizque o la comunidad de
Charazani.
El YO del
Cabezón y el NOSOSTROS de la familia que se resuelve no con la política, ni con
las hojas de coca sino con al psicoanálisis.
El YO del
amor, Elvira y Beatriz buscan afanosamente el NOSOSTROS de la pareja y de los
hijos.
El YO de
Maria que vence ante el NOSOTROS de la comunidad callawaya, pero, muere en el
NOSOTROS del convento.
El
epílogo es el anuncio de un hijo que reafirma el nosotros que necesita Bolivia
y que hoy está enfrentada por dos YOES, el de Poma y el del Cabezón.
Léanla,
estoy seguro de que ustedes sacarán otras conclusiones.
¡Gracias
Gonzalo Lema!
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Carlos Decker Molina es escritor y periodista boliviano, radica en Suecia.
Fotografía: Sergio Albornoz, revista: inmediaciones.org
Estuvimos en ls presentacion de este libro. Gonzalo Lema expresó de manera muy intima el desarrollo del trama y que en este buen comentario se analiza my claramente. Gracias Carlos
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