José Antonio Terán Cavero - Selección de poemas

 

CUITAS DEL ENCIERRO


por engendro vitando mudecida
la sonrisa de niños y de ancianos
devorada quizá por el designio
siniestro de lo breve
ausente el pensamiento y ominoso el silencio
ha vuelto el desencanto
del alma con el mundo
ebullen gusaneras en el aire iracundo
se han perdido los rostros y enlutado los labios
ya no es pura esa sábana blanca
que cubre el horizonte
danza la palidez con sonsonete
las miradas husmean el vacío
desde ventanas ciegas
esperan a godot y godot no aparece
el falaz pregonero de sutiles pucheros
no aparece
han mentido en su nombre
afuera el pulso húmedo del río
late apenas con ritmo sincopado
y el ubérrimo refugio
es hoy el valle de las sombras
valle sombrío desamparo
en que cabalgan rabiosos los cuchillos
la codicia y la infamia
hinchan en la intemperie sus bolsillos
las miserables almas que lucran con la muerte
Melpómene en socapa de políticos burdos
y el látigo quizá de madre tierra
sobre sus asesinos
y mientras se apilan los cadáveres
sin posible sepulcro
ni se vislumbra el fuego
que haga polvo sus huesos
porque no cabe esta ballena
en nuestra pobre lata de sardinas
( se me perdone el hurto de la frase )
quién podrá predecir el color del planeta
el día de mañana
y en qué lengua la vida pintará sus paisajes
si extintos los parásitos humanos
sólo habrán poblaciones inocentes y los cuatro elementos
renaceremos acaso cenicientos
con alma limpia y remozada
o aquí termina la saga secular de los depredadores

vocabulario tartamudo
preguntas para el tiempo

 

Y NO SE TRATA DE RECORDAR

poco antes de la pérdida del mundo
clausurados los párpados
está la ensoñación que convoca fantasmas
hechos seres paisajes que acuden como un vértigo
y se pierden meteoros tras la niebla

caleidoscopio nebuloso así una vida
es como si jamás hubiera sido

pero en otra experiencia todo fue y sigue siendo
incontables presencias
no vienen del recuerdo y simplemente están

soy aquel adolescente que recibe
como en trance
el primer beso de mujer
y mira en el espejo al anciano que ahora soy
conmigo se contempla medio siglo después

estoy delante de mi padre asistiendo a su muerte
mientras él a mi lado me cuenta su aventura
de la guerra del chaco
y se mira morir sobre el camastro

voy caminando del brazo con mi amigo
aquel camino pedregoso de una lejana tarde
y levanto los pies sentado en mi escritorio
porque la guijarrada duele y agrede

vivas escenas incontables en el curso de los días
estatuas puntos fijos de vida y sin embargo
abrazo simultáneo en la pura presencia
como si nada hubiera muerto
senderos a lo borges
y no sólo pensados en el tiempo
liberados del tiempo en un espacio
digno de llamarse eternidad

en fin hermoso sueño solitario
y aquel otro tantálico del mundo y de la gente
es una triste historia que no cabe en el poema



LA SOMBRA DE UNA INCÓGNITA                                         

I

solías escribir en tu cuaderno

                               pianísimo el acorde

del brazo con la vida

                                la tormenta lejana

del brazo con la muerte

                                 sólo el eco

acompañado

                                 no ya la soledad

y lo abisal enmudecía en ese abrazo seductor

 

sembradores que fueron de dúplices espejos

                                 de mundos y trasmundos

se ha roto la amistad de vida y muerte

 

acecha dicen esa bestia

                                  detrás de cada puerta

y puede ser mañana o al cabo de unas horas

 

para nosotros siempre fue mañana

                                   la espera de otro mundo

                                   de otro tiempo

 

en un galope ciego se anuncia el aquelarre

                                   silenciosa conjura

acíbares llovidos del invierno

                                    se derraman sus pétalos

la incesante tristeza se desnuda en la infamia

 

eso viene de afuera de la historia tantálica

                                     y el peligroso azar

adentro hay otra muerte es el desierto

en que yacen ahora palabras y poemas

                                     la infatigable llaga

                                     y el viento corrosivo

 

las palabras ya nada resucitan

                                     había dicho el poeta

tan sólo desentierran

y tú escribes con mano desconfiada

no puedo revivir verbalizando el mundo

                                     tiembla el labio

y tan sólo contemplo lo vivido

escribes me incinero

y esperas verte en la ceniza

pero no pasa nada

salvo la sensación de haber alucinado

 

y así tratas de ahuyentar con unos versos

verdades de patíbulo

y sólo la sombra de una incógnita

asoma a tu memoria

 

escribes perdiendo cada vez

sílaba tras sílaba

hasta que nadie entiende

esos borrones insonoros

 

y no sabes entonces dónde danza la ceguera

si en la calle o en tu alma

 

II

 

dicen las malas lenguas

que hagas lo que hagas

no te salva ni dios

 

entre nosotros al señor de la biblia

le importamos un bledo

 

pero yo te conozco

escarbarás con rabia el insomne aquelarre

agotarás el lodo de aquel café funéreo

                                  la febriciente herrumbre

agua y jabón

sobre los lirios tumefactos

y con esa luz convaleciente

volverás a las andadas

 

qué importa si son huesos

lo que desenterraste

si aún balbucen de amor y de misterio

 

hurgarás en sus lenguas más secretas

para que silabeen otra vez

y harás con esas voces el poema

que dejaste pendiente

 ojalá sin la maldita dualidad

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Biografía del autor

ochabamba 1932. En 2003 le fue otorgado el Premio Nacional de Poesía Yolanda Bedregal por el poemario "Boca abajo y murciélago" Publicaciones literarias: Puerto imposible (1963), Y negarse a morir (1979), Bajo el ala del sombrero (1989), Ahora que es entonces (1993), De aquel umbral sediento (1998), Obra Poética (poemas reunidos) (2013), “A Fugitivas sombras doy abrazos” (2.019), “Variaciones en camisa de fuerza” (2019 colección de sonetos).

 “Poética de la fragmentación que corresponde a la experiencia de la dispersión. Precisando: No la visión multifacética de la realidad sino el contorno social y cósmico que se manifiesta como una presencia caótica y agresiva.(Eduardo Mitre).  

“Terán Cavero se aparta de toda desquiciada experimentación verbal y de los llamados compromisos de la literatura que confluyen en su servidumbre a las ideologías. Y es por eso que ha rechazado la estulta redundancia del folklorismo y la bobalicona temporalidad de la poesía prescindible. “(Edgar Ávila Echazú).

 “Es un tiempo tensado, como un puente en el aire, entre las dos orillas de la vida. Así, escribir se asemeja a un rito íntimo, ajeno a la gravedad de las grandes e ilusorias certezas y próximo a la serena celebración de un silencio elocuente.”  (Rubén Vargas)

Poesía signada por la perplejidad y el vértigo al caos; donde la memoria es la recolectora de la inexorable dispersión del tiempo. La línea de tierra y los puntos de fuga como carga sensible fijan los despojos de una dialéctica herida entre el cielo y el infierno. Como   elementos arraigados en su perspectiva y que transcurren a lo largo de su experiencia poética con lucidez y en especial con traslúcida sinceridad. (Eduardo Kunstek)

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Material publicado con la autorización del autor

Fotografía del autor: Blog de Rossemarie Caballero

 

 

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